I
Hay
días en que siento
cómo
la vida se mueve contenta
por
los fierros de las alcantarillas.
Hay
días en que pienso
en
los misiles que rompen
las
esquinas de mi barrio
y
en la sangre que entra y sale
por
el mismo corazón de mierda.
Los
días me piensan
de
una manera caótica,
me
hablan desde una época
en
la que ellos mismos se pierden pensando
en
los días que alguna vez fueron
sublimes
y sexuales,
sexuales
y llenos de cables
y
nubes pasajeras
que
pasaban y pasaban mientras
tres
cuadras llenas de plomo
y
seis viejas llenas de pan
alumbran
los pasajes del poniente
en
este momento.
Hay
días en que me excita
pensar
en la vida
pasando
su lengua por los fierros
de
las alcantarillas.
Hay
días que chupo las costillas
del
lugar, del momento,
del
verso que cae
como
caen
los
misiles en el corazón de la casa
la
saliva dura del lacayo
la
zanahoria transgénica
y
el bototo en la cabeza.
II
A
mi clase la alimentaron mal
la
llenaron de bichos
y
la aplastaron siempre con la misma bota
por
eso hay días
en
que siento rabia
por
calentarme con la vida
que
sigue chupando todos los bordes
de
las alcantarillas,
me
rompe la carne
la
sintaxis los miedos la familia
me
perfora la existencia
el
semáforo los espermios tu boquita
me
levanto y lloro
levantado
tengo el corazón
el
indio que me habita sabe lo que digo
mestizo
Castilla bosques latín
las
lenguas muertas y tu pelo
¡Qué
vergüenza!
Tu
pelo es la lengua muerta
con
la cual escribieron este país.
III
El
inconsciente viene consciente
desde
antes de la manzana,
mucho
antes que la matanza:
la
serpiente, Caín, Barrabás
todos
caben en nuestro reino.
Hans
Pozo, Matute Johns, Juan Pablo Jiménez
en
sus rostros está dibujado este país.
La
bandera, El prócer, el ni ahí.
Fasat
Alfa, pinocheques, Manuel.
Manuel
Gutiérrez
la
Rubia de Kennedy, la Pincoya, ellas sí
Mantener
una rima así
ya
no alcanza
El
inconsciente viene consciente
desde
hace siglos
y
eso que acá en el ghetto
sólo
hace un par de años que alguien gritó: ¡Freud!
Hace
unas cuantas décadas
que
mi clase entró a la Universidad
¿para
qué?
Hace
unas cuantas décadas
que
a mi clase la castraron,
le
llenaron de tanques y alarmas
la
cabeza.
La
poesía entonces,
las
poesías
esa
lengua muerta
en
la cual reside la otra memoria
de
otro país.
Ese
intersticio simbólico
en
el cual late la tierra, tiembla la palabra,
juegan
los niños juega la lengua
canta
la canción oculta
se
abren paso los bordes,
la
otra historia entonces,
esa
que siempre estuvo aquí.