I
Escribimos
poesía
desde
la sombra de un país traumado.
Cabalgamos
sobre un sueño
castrado
en el momento justo
en
que paría un sol gigante
al
centro de su tiempo:
nuestros
padres vieron la derrota por televisión,
le
creyeron a Don Francisco
y
no tuvieron muertos sangrando a sus pies.
Los
subsidios que llegaron anunciados
con
bombos y platillos
los
arrojaron a estas nuevas comunas de la periferia
a
perseguir un triste sueño americano
que
lleva décadas bailando solo
al
centro de esta extraña fiesta mestiza:
escribimos
poesía
desde
casas donde la televisión
no
se apagaba en todo el día sábado
y
el domingo se escuchaba Radio Aurora
antes
del almuerzo.
II
Caminamos
por estas calles
llenas
de alarmas y protecciones
con
un lápiz en la mano
apuntándonos
directo al corazón del corazón:
nuestros
hermanos mayores
ya
nos contaron lo que fue
ser
niños en Dictadura
pero
no saben lo que fue
recibir
la infancia junto a un pacto político
lleno
de plástico y silencio.
Lo
invisible de la rabia acabó,
es
hora de contar como el Mercado
infectó
nuestros cuerpos
y
cómo hoy
estos
hermanos mayores caminan muertos.
III
Construimos
una casita
al
centro de este huracán sin ojo
y
resistimos a la tormenta.
Cuando
el sentido se pierde
juntamos
nuestros huesos
con
la voz y el viento de estas tribus
que
aún sentimos al optar por el silencio.
Nuestros
hermanos menores
no
quieren esperar
y
arrancaron los guardapolvos
del
fundo que heredaron
para
hacerse cargo de todos los secretos
con
que refundaron
una
patria sin relato.
Cantan esperanzados
mientras
son atacados de manera silenciosa
por
un enemigo mucho más sutil
que
el nuestro.
IV
Escribimos
poesía
desde
la sombra de un país traumado.
En
los columpios rotos
que
quedaron colgando en la Historia
pueden
ver como reímos por las noches,
en
el túnel de un pueblo abandonado
pintamos
los nuevos rostros
que
vendrán a cantar con nosotros.
En
nuestra mirada colgará una estrella.
En
el segundo piso de la Moneda
levantaremos
barricadas
y
sembraremos huertos.
Nuestros
poemas llevarán rabia
y
no aceptaremos
que
nos vuelvan a romper el corazón.